GGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG

POEMA A HUAMANGA.

HUAMANGA QUERIDA

Huamanga

majestuosa y sublime

en tus entrañas nací

bajo el cielo azul de mayo.

 

En tu entrañable suelo

vi la luz encenderse

cual una madre a su hijo

me cobijaste en tu seno.

 

Junto al molle y a la tuna

al huarango y a la retama

vi pasar los días de junio

cantando junto al gorrión.

 

Forjaste mi infancia

en noches de invierno

tu poncho celeste

fue regazo de mi alma.

 

Huamanga pintada de mariposas

en tus callecitas serpenteantes

empinadas con piedritas de colores

vivo cual un pajarillo en su nidal.


           Autor:
                                                                              Lenon Tomás Tutaya De La Cruz.

                                Del libro “De Colores”  Chema Editores 2017.



                                           

LA FUNDACIÓN DE HUAMANGA


El 29 de enero de 1539, Francisco Pizarro lleva a cabo la primera fundación de Huamanga, con el nombre de San Juan de la Frontera, acompañándolo en esta oportunidad el licenciado Antonio de Carbajal y el clérigo Juan de Sosa. Pizarro designó a Francisco de Cárdenas como primer teniente gobernador, quien posteriormente cedió el cargo al capitán Vasco de Guevara. En ese momento apenas hubo 24 vecinos y 40 moradores españoles. 
Es en esas circunstancias, vísperas para la navidad de 1539, cuando llegó el nuevo teniente gobernador, Vasco de Guevara, quien después de un pacienzudo análisis por las quejas, notó a simple vista que el lugar donde se encontraban afincados los colonizadores, era un lugar "frío", "lluvioso", "nublado" y estratégicamente jugaba en contra de su objetivo, que era preservar la seguridad de los transeúntes entre el Imperio Inca y la Ciudad de los Reyes; es que decide convocar a un cabildo a los principales vecinos y clérigos, el 1 de abril de 1540, tomando el acuerdo de trasladar a otro lugar la ciudad, con mejores condiciones de vida.

Posteriormente el primer asiento es trasladado hacia el paraje denominado Pukará  o Pukaray  donde el 25 de abril de 1540, el teniente gobernador Vasco de Guevara refunda, bajo anuencia de Francisco Pizarro, la villa San Juan de la Frontera de Huamanga. 
 Ésta es la razón por la que se considera a Vasco de Guevara como el segundo fundador de Huamanga. La ciudad fue reconocida por la corona española como tal el 17 de mayo de 1544; más tarde en 1816 otorgándosele escudo de armas a instancias del diputado a las Cortes de Cádiz, don José de Mujica, acérrimo realista. 
La fundación española de la ciudad de Huamanga obedeció a tres razones principales. En primer lugar, para proteger al naciente estado colonial del peligro que significaban las tropas rebeldes de Manco Inca asentadas en Cocha, en el distrito de Iguain, Huanta). La segunda razón fue por las desavenencias entre los mismos hispanos que pretendían más solares y tierras que revocaban Vasco de Guevara y el licenciado Antonio de la Gama a nombre de Francisco Pizarro. La tercera y secundaria razón obedecía a la necesidad de una ciudad intermedia en la larga ruta entre Lima y Cuzco. Esas motivaciones guardan relación con un solo tema: el control y la seguridad de territorio recientemente conquistado.

FUENTE: http://es.wikipedia.org/wiki/Ayacucho

LA MUY NOBLE Y LEAL CIUDAD DE HUAMANGA.


Huamanga. Fundada como San Juan de la Frontera, capital de la provincia de Huamanga y del Departamento de Ayacucho. Se encuentra situada en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes a una altitud de 2.746 msnm y se caracteriza por su clima agradable, templado y seco, con brillo solar todo el año. Es uno de los conjuntos arquitectónicos y artísticos más notables del país. Se le conoce como la «Ciudad de las 33 Iglesias», por sus numerosos templos e iglesias, y «Ciudad Señorial» por su arquitectura, tradición y arte. Esta ciudad colonial posee más de treinta iglesias y templos coloniales de estilo renacentista, barroco y mestizo, que guardan en su interior verdaderas obras de arte como pinturas, imágenes y bellos retablos tallados en madera y bañados en pan de oro. Además, se pueden apreciar majestuosas casonas coloniales, restos arqueológicos que revelan un pasado histórico, que la hacen de por sí una ciudad atractiva. Se le da el título de «Muy Noble y Leal Ciudad» por su contribución a la causa de la corona española durante el periodo de las guerras civiles entre los conquistadores.

Ayacucho tiene fama internacional por sus manifestaciones artísticas, motivo por el cual fue declarado como «Capital del Arte Popular y de la Artesanía del Perú». Destacan los tallados en alabastro (material conocido en la zona como "piedra de Huamanga), la alfarería
de Quinua y los retablos ayacuchanos. Igualmente destaca por sus festividades, como la de sus carnavales, declarados "Patrimonio Cultural de la Nación", y su Semana Santa, festividad religiosa que atrae a una multitud de visitantes, por lo que Ayacucho es considerada como segunda ciudad del mundo en lo que ha celebración de la Semana Santa se refiere.
Waman qaqa, es la voz quechua con la cual se conocía el sitio de la actual ciudad a la llegada de los españoles. Según la tradición indígena local, el Inca Viracocha en una de sus campañas, descansó en este lugar y dio de comer de su mano a un halcón que se posó en sus hombros, y exclamó: "Waman kay", que significa "toma, halcón".
Algunos sostienen que en la región había muchos halcones, por tanto habían muchos nidos que se encontraban en los barrancos, en las quebradas, en los cerros, por lo tanto de las voces quechuas «waman qaqa», se habría originado la palabra Huamanga, que significa "Quebrada del halcón" o "Tierra del halcón".
El primer nombre español de la ciudad fue «San Juan de la Frontera de Huamanga». «San Juan» en homenaje a San Juan Evangelista y «frontera» por estar en la frontera militar y ser baluarte español contra los ataques de Manco Inca. Durante las guerras civiles entre conquistadores, se dispuso el cambio del nombre a «San Juan de la Victoria de Huamanga».