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A Huamanga... MORADA DEL ANDE (extracto).

 


...

Vivo en el corazón del Ande

Donde la lluvia tierna

solloza a cántaros su alegría

Y el ruiseñor canta

embelesado su canto matutino.

 

Vivo donde los molles y huarangos

agitan sus brazos

cual niños huamanguinos

cantando un huayno serrano.

 

Vivo en un lugar fascinante

donde el viento se retuerce con el huayno,

donde el colibrí

pinta de colores los sueños.

 

Vivo en un paraje fascinante

donde la guitarra

se viste de nostalgia;

en ocasiones de ternura,

muchas veces de algarabía.

 

Vivo

donde la luciérnaga

danza cada noche

cautiva en las coplas

de un bohemio huamanguino.

 

Vivo ahí

donde el cielo

y mis cantos

se hacen eternos

en noches como esta.


Autor: Lenon Tutaya.


Del libro “De Colores” Chema editores – 2017.

HUELLAS PERDIDAS… Hiroshi Haruki Watanabe 蔦屋.

 

Aquellas huellas perdidas, recorrieron mis venas, como ríos silenciosos que arrastran memorias, de esos versos escritas en el software que nunca fueron enviadas, hasta llegar ser mustias, la que quedó tatuada en mi piel, susurrando lo que el alma no pudo olvidar.

 

I

Oh, mujer de mis desvelos,
en esta bruma que besa la luna,
mi pecho late al compás de tu ausencia,
y cada estrella que tiembla en el cielo
lleva grabado el susurro de tu voz.

Si el destino me condena a la penumbra,
seré el poeta errante en los abismos,
porque tus ojos, dos astros infinitos,
iluminan aún mis noches sin consuelo.

Y aunque el tiempo, clave espinas en mi carne,
no habrá llaga que no pronuncie tu nombre,
ni postal que no se tiña con el rojo pincel de mis lágrimas.

 

II
Oh, doncella del alba,
cuando el viento roza el misterio de tu esencia,
mi espíritu se inclina, rendido,
ante el hechizo que emana tus ojos sagrados.

Ese perfume granate que embriaga mi ser,
como néctar de dioses escondido en los floripondios,
anuncia el reino donde mi alma,
cansada de batallas, hallará reposo.

Y en la lluvia serena de tu mirada,
hallaré mi nirvana, mi edén, mi bálsamo,
para perderme, eternamente,
en la celestial dulzura de tu sonrisa.

 

III
En la hondura de la noche, mi amparo,
cuando el mundo calla y el cielo se viste de luto,
me guarezco en su manto para evadir
el filo helado de un enero sin tu aliento.

Allí, en secreto, mis manos dibujan en el aire
la ternura sagrada de tu semblante,
que surge, diáfana, como un milagro,
y me envuelve con su fulgor de aurora.

Mas, ay, cruel destino,
al despuntar el alba se disipa tu esencia,
como las cuatro notas de un arpegio etéreo
que, al despertar, deja al poeta
solo, con el eco de tu amor en sus labios.

 

 

XI
En el filo ardiente del ocaso,
donde el viento lleva coronas de fuego,
mi pecho tiembla, Oh amada,
pues el amor se agita como ave herida
en la penumbra de este frenesí callado.

Cada latido, un bemol doliente,
resuena en los salones vacíos de mi ser,
y en su eco, el presagio cruel
del infortunio que es tu lejanía.

Mas, aunque la sombra de tu ausencia me devore,
seré centinela de tu recuerdo,
poeta que desafía al viento,
por besar, siquiera en sueño,
el resplandor de tu retorno.

 

XII
En las sombras del misterio,
donde los sueños tejen sendas imposibles,
vaga mi deseo, noble y errante,
por el laberinto donde tu nombre se oculta.

Allí, entre fauces suaves como terciopelo,
se disuelve mi anhelo en dulce agonía,
y una lágrima, hecha nieve de cristal,
cae silenciosa, portando el fulgor de mi fe.

Oh, gota pura que brilla en la penumbra,
guía mis pasos hasta tu abrazo,
pues en tu cercanía descansa
la esperanza invencible de este juglar que te ama.

 

 

XII

Oh, memorias que el tiempo no doblega,
cual hojas secas que aún guardan fragancias,
tus versos de abril acarician mis huesos
y me arrastra, inexorable, al setiembre de tu hechizo.

Aquel setiembre, cuna de mi delirio,
tejió en el silencio la música de tu ser,
y en cada suspiro que robaste a mi pecho
nació un amor que ni el invierno logra enterrar.

Vinieron los agostos con su llanto de follaje,
noviembres con su manto de congoja,
y en cada uno, oh amada,
la sombra de tu distancia hirió mi nobleza.

Mas cuando tus pasos, cual melodía perdida,
volvieron a mi orilla, la vida reverdeció.
Era mayo disfrazado de primavera,
era setiembre que florecía en enero,
y yo, ciego de júbilo, hallé en tus ojos
el alhelí de todos los otoños.

Hoy sé que ningún calendario borra tu fulgor,
ni enero, ni diciembre, ni el más severo invierno.
Pues basta que una sonrisa tuya me roce el alma
para encender de nuevo el amor en las ruinas,
y amar, una vez más,
ese imposible setiembre donde comenzó mi eternidad.

 

 

XVII

Un año,
y en su ocaso dorado,
tu sonrisa fue faro entre las hojas caídas,
promesa leve que acarició mi nostalgia.

Un otoño,
y en su setiembre renacido,
tu mirada encendió los jardines del alma,
flor temprana que quebró mi quietud.

Un setiembre,
y en su jueves sagrado,
hallé la dulzura que hizo temblar mis manos,
como vino suave que embriaga al corazón.

Un jueves,
y en su brisa errante,
descubrí que mi sentir era llama y herida,
fuego que arde aun en la noche más fría.

Mas hoy, en este otoño que llora en junio,
bajo el manto sigiloso de su noche,
anhela mi pecho hallar en el silencio
el olvido que nunca llega,
porque aun buscándolo,
te ama.

 

XVIII

Ilusiona, oh sombra encantada,
el camposanto donde duermen las promesas,
bajo luces negras que lloran su misterio
y flores azules que suspiran tu nombre.

Ilusiona tu acuarela de memorias,
pintada con notas que saben a despedida,
melodía que acaricia la herida del tiempo
en el horario secreto donde el alma tiembla.

Ilusiona el ayer,
fantasma que vuelve con pasos de seda,
trayendo en su aliento el perfume del amor perdido,
para recordarme, cruel y a la vez dulce,
que hasta en el olvido florece tu recuerdo.


Hiroshi Haruki Watanabe Tsutaya. (Ayacucho - Huanta, Perú) es poeta, escritor y periodista peruano, cuya obra se centra en la defensa y difusión de la cultura andina y de la lengua ancestral. Su propuesta literaria se caracteriza por el bilingüismo: castellano y runa simi (quechua) y por una profunda conexión con la realidad social, histórica y cultural de Ayacucho, tierra marcada tanto por la riqueza de su herencia andina como por los procesos de violencia y memoria que han atravesado su historia reciente.

Realizó sus estudios en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH), donde se graduó como profesor de Educación Secundaria con especialidad en Lengua y Literatura, obteniendo su título en el año 2011. Durante su etapa académica destacó por su compromiso y desempeño, recibiendo un premio a la eficiencia administrativa otorgado por la misma universidad.

Más allá de su labor docente, Hiroshi Haruki, ha desarrollado un trabajo constante como gestor cultural, participando en la organización de eventos literarios, encuentros de escritores y actividades orientadas a la preservación y revitalización del quechua. Watanabe, ha ocupado puestos de liderazgo en diversas organizaciones literarias de Ayacucho, consolidándose como una figura representativa en la promoción del arte y de la literatura andina contemporánea.

Su producción poética y narrativa explora la memoria, la identidad y el vínculo entre el ser humano y la naturaleza, incorporando símbolos, paisajes y expresiones propias de la cosmovisión quechua. Como periodista y escritor, ha asumido también un compromiso testimonial, visibilizando la lucha de los pueblos andinos por la dignidad, la justicia social y la preservación de sus tradiciones.

De esta manera, Hiroshi Haruki Watanabe Tsutaya. se ha convertido en una voz relevante dentro del panorama cultural peruano, contribuyendo desde la palabra escrita y la gestión cultural a fortalecer los puentes entre la literatura, la memoria y la identidad andina.







 


Poesía a Huamanga para niños.


 A HUAMANGA.

 

Canta guitarra canta

canta muy de mañanita,

cual gorrión risueño

entre sauces y tunales.

 

Guitarra vihuela mía

regálale este día,

el latir de tu alma

a Huamanga querida.

 

Cántale un huayno;

un yaraví y un te amo,

haz vibrar tus añejas cuerdas

hasta las entrañas de la tierra.

 

Huamanga de ensueño

kuyay llaqtallay (*)

te evoco en horas celestes

junto a esta mi guitarra

Huamanga mi amada.

                                                                                                                        (*) Querido pueblo.

                                     Autor: Lenon Tutaya D

Del libro “De Colores” Chema editores – 2017.

"EN LAS MONTAÑAS" SERGIO GAMBOA VEGA.





LIBERTAD EN EL HOMBRE


Yo cuando muera estaré destinado 
a una fosa común, pero mi 
vida, no.

… Por algo tengo las alas.
Y, aunque me las corten, tengo 
los pies para descubrir las cosas 
que este tiempo pasa por alto.

Y, aunque me los 
quiten, tengo el corazón 
que nunca dejará de latir hasta
conseguir lo que busca: LIBERTAD.


Crecí en el laberinto.
Y por ahí
debe estar mi partida
hacia el infinito.


Qué pocos estamos defendiendo

la honestidad en el hombre.




LÍMITE DEL CONOCIMIENTO

Con una lámpara 
miro el cielo;
hasta donde llegan mis ojos es lo que conozco,
lo demás, es mi ignorancia.

¡Quién me iluminará en la noche!



No es la razón, es la fe. 





CAUTIVOS 

Aquí en lo escuro
para siempre se va acabando
la vida
Y canta en lágrimas
el hombre
como un pájaro
en una jaula.


Ya no es libre.
Ya no será libre.

Los otros hombres
son los pájaros libres.

Pero no saben
que todo el mundo canta.
Y no se oyen sus reclamos
¡Están aprisionados!




ORFANDAD
Dónde anda
la vida
cuando no vivimos.
Qué es de los
inocentes
mientras nos perdemos.



Qué es de los
pueblos pequeños
mientras corremos
por la calle
engañados por
repugnantes pensamientos.


A mí que grito
en una jaula de hierro

dame la oportunidad de
tocar la tierra fresca
del jardín que
he dejado de sembrarla.













ÁRBOL GRANDE 


Tu paz es como los poemas que escribiré, 

en el futuro para los hombres. 

Contaré a mis nietos 

lo que sentí al abrazarte. 

En ti está el amor que busqué en los libros. 

La dicha es semejante. 

Árbol Grande, oculto en el bosque, 
comparado con tu belleza, nada soy.






NOCHE EN CAMPANAYUQ (1)

Pensar en una noche
al lado de la fogata,
confesar tus delitos
sin temor a una censura,
abrir las alas jóvenes.

¡No eres el único
que trata de soñar con montañas!;

con la vista a la ciudad donde vives,
lejos del ruido,
suspendido como viento
en la oscuridad.

Es un sacrilegio quedarte
en casa,
sabiendo que podías dormir
cerca de las nubes.

Vista panorámica a Huamanga, desde el cerro tutelar de Campanayuq. 


TE QUIERO MUCHO

No necesito decirte
que me gustas mucho.
Con solo mirarte
puedes comprenderlo.
Y no necesitas mirarme
para saberlo.

Este corazón palpita
más veloz
que los segundos. 




DESPEDIDA

Helada, vibra la luna,
taciturna entre los bosques.
Y yo me pregunto:
si algún día volveré
a presenciar esta mirada.
Lejano como los sueños de infancia
y la muerte,
eterna por su paz y lejanía.
Estoica. A veces triste.






EN EL MONTE  QARWARASU(2)

De seguro no eres tú,
sino tú, unido al paisaje
lo que me hace suspirar…

Considero, que al
mirarte, estoy cerca del cielo.
Tienes razón:
no tengo palabras para describir
lo que siento.



CONSUELO 

Alma que viajas como
una semilla en el viento
de una mañana resplandeciente;
halo de tierra rejuvenecida,
tras una larga noche.

…Ven a mí.

Vive con solemnidad.
La paz renace.
Vuelve a la tierra humilde que te vio crecer.
El largo exilio se terminó.


BELLEZA EN TI 




Sé como las especies inocentes 

donde aún la contaminación, no llegó. 

Gusta de los paisajes serenos; 

respira el aura fresco de cada mañana, 

y defiende los valores humanos. 


La belleza está donde estás; 

si te vas, irá contigo; 

si mueres morirá. 

Permanecerá mientras vivas 

o mientras viva alguien como tú. 


Si vives, también viviré yo.









A LA CIMA VOY

Siento mucha pena cuando llueve.
Seré nuevamente poeta, y tendré alas.
Tengo tantas ganas de conocer el mundo!
Amo la libertad!
Dios mío, seré el viajero de pueblos inhóspitos!
Seré la soledad en la cima de la montaña.
No hace falta un equipaje;
tengo, simplemente, el deseo de vivir.

El Autor, en la Cordillera de los Andes "Rasuwillka"(3) 


(1).- Campanayuq. Cerro tutelar de Huamanga. Ayacucho - Peru.  
(2).-  Qarwarasu. Nevado del Perú, con una altitud de 5112 msnm. Situado en el distrito de Chipao de la provincia de Lucanas en el Departamento de Ayacucho.
(3).-  Rasuwillka. Montaña en los Andes del Perú, con una altitud aproximada de 4 800 msnm. Se encuentra en la región de Ayacucho, provincia de Huanta.

Sergio Gamboa Vega

(Ayacucho 1988). 
Egresado de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga UNSCH, de la Facultad de Ciencias Sociales. Escuela de Formación Profesional de arqueología e historia.
Historiador, Poeta y Caminante; circunda territorios imaginarios entre llanos y montañas, entre hierbas y praderas. Terrenos de sueños y esperanzas, Sueños de LIBERTAD.
Actualmente es el Coordinador general de la Asociación de Historiadores de Ayacucho. (AHAYACUCHO) y miembro de la Asociación de Escritores de Ayacucho (AEDA), dirige una página en las redes sociales denominado “Punto Extremo”.
En el 2008, publicó los Poemarios “Cantos de Soledad", "Sombras del adiós", "La espera y la destrucción”. En el 2013, reeditó el Libro del historiador Luis Antonio Eguiguren, “La Sedición de Huamanga en 1812", "Ayacucho y la independencia”. Como docente labora en diferentes Instituciones educativas de nuestra ciudad. 
Los poemas “Libertad en el hombre” y “Límite del conocimiento” fueron publicados el 2016 en la Revista Electrónica de España. “Tiempo de poesía”, “Cautivo y orfandad” el 2015, en la Revista Ínsula Barataria. El resto de su poesía es inédita y están escritas e inspirada en los diversos viajes Geográficos por Ayacucho: “A la cima voy”, en la cordillera de Rasuwillka; Árbol grande, en Luricocha, Noche en Campanayuq, en el cerro tutelar de Huamanga, en el monte Qarwarasu, en la Cordillera de Qarwarasu (Sucre).


“EL BRILLANTE DESQUITE” DE SALVADOR BRETÓN.








Vallejo

camina entre

las calles
surrealistas

de esta ciudad.



..../...



Un día

lo vi
caminar

tan apurado,

era alto,

de tes pensativa,

de ojos tristes

cabellos lacios,

de voz fuerte.


...................


Bretón.

A Cesar Vallejo.

Ciudad de Huamanga. 








La noche pasada
soñé que estaba
muerto,
ido de
toda
causalidad surrealista,
y cosa curiosa
era un momento
de misterio alegre.

..../....


Y
esa noche me
dijo el ángel
no mueras
mira que el Dios
tiene algo para ti
y cuando desperté
solo alcance a ver
su larga cabellera
del ángel
de color sol radiante
y luminoso.

Salvador.

Ayacucho.

..........................A mi amigo Sergio.



.../.....

Sabes, quiero vivir en paz, y escapar a la influencia de esta ciudad, solo deseo crear un arte sencillo(.....) impregnarme de naturaleza virgen, no ver a nadie, más que a salvajes y gente sencilla campesina, compartir su vida y tener como única ocupación la plasmación de mi arte, tal y como lo llevaría a cabo un niño. Mi arte está en mi cerebro....... para ello, quiero utilizar sólo los significados del primitivo arte sus colores que son los únicos y buenos verdaderos.

...En esta ciudad me ahogo.

...  Carta # III


A ti.

Salvador.

Ayacucho.













Las estrellas

cuanto mas
es
su iluminación
es porque
van a
morir.

Kimbiri - Vraem.(*)







Salvador. 

Dedicado a ti.






.../...


Mas allá de toda vida,
se esconde

la libertad
de respirar
un edén
soñado,
y
mas allá de toda
existencia,
se encuentra la fuerza
del hombre, sencillo
y trabajador,
de volar
al verde
paraíso,
del exotismo
triunfal
y épico.

Salvador.
Vraem...............

Corriendo por
estas aguas,
descalzo, sin mis manos,
te digo adiós
mar.

..../...


Y volverás corriendo todas
las tardes a estas orillas,
mar de Lima
a contarme la tristeza
de esta soledad

..../...


y
muy pronto
veré la hierva
misteriosa de la selva,
allá llegare,
con mi pálida piel,
con mi cansado hueso
blanco, de tanto
andar al mas allá
de la vida,
a la aventura misma
de la muerte
alegre y verde .

Mar de Lima

...............................................  A Jhon Ángeles. 

Salvador Bretón .

Ciudad de Lima.


------------------------------------------------------------------------------------------------


Río verde,
seras mi tumba
seras mi esperanza,
y
en medio de todo
seras mi
bálsamo.


Salvador. 

Ciudad de Huamanga. 

Octubre.



Mar de Pisco,
otras tierras
del mundo
me esperan,
yo puedo hacer
lo que a otros hombres
le esta negado

.../...


y

llego el momento de separarnos
no dejo nada,
pues nada me llevare
de este mundo.
adiós
mar,
me llevo
tu alegría,
tu miedo,
dejo
la piedra quieta
de mis versos
el llanto
de lo surreal
de mi piel caliente.
adiós mar
adiós mar

...............

Salvador.
Día domingo, ciudad de Pisco.



Oigamos
ahora la
voz de los
poetas
del
pueblo,
la voz
de
Federico García Lorca,
poeta
del
alma.
......................


A mi pintora favorita Ana Frida.
Salvador Breton.







Vendrá el día donde el bosque verde te salude y te lleve a las profundidades sublimes
donde
todo se vuelve
eterno,
dulce,
misterioso,
y
en lo profundo de sus hojas verdes, suenen las trompetas de la alegría de tu vivir......


A Pamela, poeta de la AEDA.(*)



Bretón.























Extraño tanto esta ciudad,

de sus calles,
de sus desamores
de sus llantos,
de lo surreal que es,
de su lucha por un
mundo mejor,
de todos y nada,....
extraño su sonrisa
del niño campesino,
del amigo,
del amor ido.
todo
todo ......

Bretón. 

Una lágrima invisible. 

Dedicado a la ciudad de Ayacucho.




Mujer,
mujer,
en estas horas
de lucha y sudor,
de la futura prisión,
fría y maloliente,
quiero decirte
que eres la fuerza
del destino verde,
del mundo tan
vivo y alegre,
eres la creación
de la hierva amarilla
y de la vida.

A Yunia poeta del Vraem.(*)

(*)

- AEDA.- Asociacion de Escritores de Ayacucho.
-VRAEM.- Valles del rió Apurimac, Ene y Mantaro.



BRETÓN SALVADOR GUTIÉRREZ. Poeta, Artista plástico, Declamador, Es miembro de la Asociación de Escritores de Ayacucho “AEDA”

Realizó sus estudios superiores en la "Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú" ENSABAP. Publicó sus poemas de una forma popular en plaquetas en diferentes ciudades del Perú y la ciudad de Lima, Poeta identificado con la poesía social, y muy comprometido con los hechos políticos y culturales del país.






Créditos fotográficos.
- Omar Zuri.
- Salvador Bretón.