
La poeta Cajamarquina Deilú Elizabeth
Oliveros Soto. Miembro de la delegación de APLIJ – CAJAMARCA, nos hizo
llegar una carta y poema de agradecimiento y gratitud a la Muy Noble y Leal Ciudad de
Huamanga, evocando con ternura a la tierra que cobijó por casi una semana a una
multitud de poetas y escritores de todo el Perú y el exterior. Entre ellos,
ella que participó como ponente en dicho evento. Deilú Elizabeth, al
recorrer sus callecitas empedradas de Huamanga se mostró maravillada por
su pintoresca y variada producción de artesanía, su gente, sus exquisitos
potajes típicos, sus dulces como el tradicional Muyuchi (helado típico de
Ayacucho) sus históricas casonas y calles con sus balcones coloniales, entre
otros.
A raíz de esta breve visita, la poeta plasmó un bello poema a Ayacucho,
para deleitarnos y tributarle con sus versos a la
histórica ciudad de campanarios.
Nuestra gratitud a Deilú Elizabeth
Oliveros Soto. Por sus versos y su visita a la ciudad de las treinta y tres
iglesias.
¡vuelva pronto poeta!...
¡Ayacucho
tierra hermosa! (*)
Ayacucho
tierra hermosa, de corazón indomable que luce su gesta histórica de
orgullo y de tradición, con sus almas generosas que hacen vibrar mi
pasión. Ayacucho, digno pueblo de gracia y de esplendor, pintaste
flor y suspiro en mi humilde corazón, escondiendo cautelosa
una bella tradición entre mágicos retablos y textiles
de color. Gracias noble tierra andina de sensible corazón,
por cobijar con ternura nuestra humilde inspiración.

Ayacucho,
tus recuerdos fecundan en mi memoria un rico bagaje cultural
de arte y de tradición, que se muestran orgullosos
en tus retablos de ensueños, tus tallados de alabastro, tus
delicias de alfarero y tus tejidos de historia que embellecen mi
soñar; junto a tu gente valiente y generosa que hace inspirar
mi canción.
Ayacucho
bella tierra, con tu traje colorido te llevaré grabada por siempre
en mi corazón, cual pupila bendita que cincela una mirada en el ayer, en el
ayer de una hermosa mañana Huamanguina que se oculta entre suspiros
de retamas y el silencio de un
valeroso pasado , el cual se quedó dormido en la
“morada del alma” de mi Ayacucho aguerrido.
Gracias
APLIJ –AYACUCHO en la persona del señor Marcial Molina, dignas autoridades
de la UNSCH y organizadores, nuestra gratitud y respeto por siempre.
A mi querido Ayacucho
En las piedras de Huamanga
dejaré mi corazón
ceñidito a tu recuerdo
a un verso y a una canción.
Huamanguino de mi vida
regálame tu canción
con delicias de retama
que acarician mi pasión.
En tu ponchito de lana
cobijaré mi recuerdo,
abrazando la mañana
que suspira en mi desvelo.
Huamanguino de mi vida
no me dejes sin canción
y regálame esta noche
¡ muyuchi de corazón !
Con gratitud y cariño:
Deilú Elizabeth Oliveros Soto.
Gracias Ayacucho.
(*) Texto Deilú Elizabeth Oliveros Soto.