Por: Elmer Arana Mesías
El
pasado 10 de julio se presentó en nuestra ciudad «La verdad y la memoria:
controversias en la imagen de Hildebrando Pérez Huarancca», un ensayo del
crítico literario e investigador norteamericano Mark R. Cox, cuyo objetivo es
aclarar los rumores y las acusaciones de la CVR sobre la responsabilidad de
Hildebrando en la masacre de Lucanamarca.
Hildebrando
Pérez Huarancca es uno de los representantes mayores de la narrativa
ayacuchana. Su único libro de relatos, «Los Ilegítimos», con el que se hiciera
merecedor del premio José María Arguedas en 1975, le valió el reconocimiento de
la crítica literaria peruana. Sin embargo, su faceta creadora ha sido opacada
por su militancia en el PCP Sendero Luminoso. La Comisión de la Verdad y
Reconciliación lo acusó de dirigir la masacre de Lucanamarca.
En
enero de 1982, Hildebrando y su esposa Teófila Vallejo fueron detenidos en su
domicilio por las fuerzas policiales, junto con otros dos amigos acusados de
pertenecer a Sendero Luminoso. Se afirma que su vínculo con el grupo subversivo
se inicia en esas circunstancias, casi por presión. Cuando se produjo el asalto
al Centro de Reclusión y Adapción Social (CRAS Ayacucho), el 2 de marzo de
1982, la orden de libertad a favor de Hildebrando ya se encontraba en marcha;
sin embargo, el entrampamiento burocrático demoró la ejecución. Hildebrando y
otros miembros senderistas huyeron del recinto penitenciario. A partir de ese
instante pasaría a la clandestinidad.
El
3 de abril de 1983, se produjo la masacre de Lucanamarca. La CVR ha señalado
como responsable de dirigir esta operación a Hildebrando Pérez Huarancca. Mark
R. Cox, en su libro, cuestiona las acusaciones hechas por la CVR a señalar que
tales imputaciones se hicieron sobre base de la manifestación de un solo
testigo, Teófanes Allccahuamán Vílchez, que ni siquiera estuvo en el lugar de
los hechos y cuya descripción del acusado data de un año antes de la masacre.
Rómulo
Misaico Evanan, también fue acusado de participar en dicho atentando y llevado
a juicio. Las imputaciones hechas a Misaico también se sostuvieron en la
manifestación de Allccahuamán. Finalmente fue absuelto por falta de pruebas.
Mientras, la imagen de Hildebrando, de quien se dice que murió en un
enfrentamiento con las fuerzas del orden, sigue vinculándose con Lucanamarca y
empañando su literatura.
Hacía
una investigación sobre la narrativa neoindigenista para mi tesis doctoral y
encontré su colección de cuentos, “Los ilegítimos”. Me gustó el libro e
incluí un análisis de la obra en mi tesis. Luego me enteré de la
diversidad de historias sobre sus actividades subversivas.
Cuál
es propósito fundamental de tu libro.
Hildebrando
Pérez Huarancca ni lideró ni estuvo presente en la masacre de
Lucanamarca.
¿Crees
que la vinculación de Hildebrando con el caso Lucanamarca ha opacado su
narrativa?
No
hay duda. El escribió los cuentos antes de 1975 y para proyectarlos a un
futuro que nadie predecía es muy forzado. Otros simplemente no los leen
por su reputación.
Tú
libro cuestiona el informe de la CVR sobre la matanza en Lucanamarca, ¿crees
que el conjunto de informe está plagada de errores e inexactitudes?
La
CVR tuvo que intentar cumplir una misión imposible y creo que hicieron el mejor
trabajo que pudieron, y en cualquier obra tan inmensa y amplia es casi seguro
que habrá errores. Creo que el informe es muy bueno en muchos
respetos. En el caso de la CVR e Hildebrando Pérez Huarancca hay
muchísimos errores y problemas.
En
tu libro mencionas que la CVR basó sus inculpaciones a Hildebrando en solo un
testimonio. En todo caso, cuál sería el interés de la CVR al acusar a
Hildebrando Pérez.
No
sé cuáles serían sus motivaciones.
¿Has
podido recoger el testimonio de la esposa de Hildebrando? Cuál ha sido la
reacción de la familia respecto de tu libro.
Al
igual que todas las familias con seres queridos involucrados de alguna manera
en la guerra, han sufrido mucho. He hablado una vez con su esposa, y
hablamos de varios temas, pero no le pedí detalles porque no pensaba que era
apropiado en ese momento. Creo que la reacción de la familia es una
mezcla de tristeza al recordar todos sus momentos dolorosos y de satisfacción
al aparecer un libro que analiza las acusaciones contra Hildebrando Pérez
Huarancca.
Hildebrando
se ha convertido en casi un mito entre los ayacuchanos. Ha crecido el interés
por su obra. ¿Consideras que ello se debe a cuestiones estrictamente
literarias o su vida política ha contribuido a incrementar este interés?
Sin
duda, su vida política tiene una influencia. Sin embargo, él se incluye
en por lo menos nueve antologías por críticos literarios conocidos y respetados
como Manuel Baquerizo, Antonio Cornejo Polar, Ricardo González-Vigil, y Roberto
Reyes-Tarazona. Su obra literaria vale por sí misma.
Cuando
ocurrió el ataque al CRAS (Centro de Reclusión y Adaptación Social) el 2 de
marzo de 1982 ya la orden de libertad a Hildebrando Pérez Huarancca estaba
dada; entonces por qué habría decidido fugarse y no esperar a que se concrete
su liberación.
Es
lo que muchos nos preguntamos.
«Los
ilegítimos» es el único libro que se le conoce e a Hildebrando. ¿Conoces de
algún otro trabajo que tenga inédito?
He
oído de una novela y hasta cuentos y poemas. Si existen, ojalá que
alguien los publique.
Actualmente
cuál es valor de «Los ilegítimos» dentro de la narrativa peruana.
Es
uno de los escritores principales de la narrativa neoindigenista peruana.
Críticos reconocidos como Tomás Escajadillo, James Higgins y Silvia Nagy al
igual que a la joven crítica Alexandra Hibbett y otros han escrito sobre su
obra.
¿Qué
otros proyectos académicos tienes pendientes? ¿Vas a continuar realizando
investigaciones relacionados a los Derechos Humanos?
Soy
crítico literario y prefiero leer cuentos y novelas en vez de documentos
legales. No preveo otro proyecto de este tipo a menos que sea para
actualizar la información acerca de Hildebrando Pérez Huarancca. Creo que
mis próximos proyectos serán un estudio sobre las fuerzas del orden y la
narrativa en la guerra interna, y una antología de cuentos acerca de la
guerra.
(*)
Entrevista publicada en la edición de agosto de la revista CON SENTIDO
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