EL AUTOR, FIRMANDO AUTÓGRAFOS |
“Lo que une a los personajes de este libro es
su deseo de cambiar el mundo. Con rebeldía, errores e ilusiones, los personajes
que habitan estas páginas son seres conscientes de la fragilidad de sus propias
vidas, y de la necesidad de cambiarlas. Se trata de un buen aporte a la
literatura de la guerra en el Perú, pues nos ofrece voces y personajes
distintos, entrañables, con una inmensa carga de humanidad precisamente en
contraste con la caricatura que sus enemigos han hecho de ellos: con una prosa
colorida e historias a menudo cargada de ternura, el mundo reflejado en este
libro tiene el ritmo de la vida cotidiana, los pequeños sueños de la gente que
ve en la rebeldía su aliento y su destino.” (Contraportada de Cuentos
de la GP)
Jorge Aliaga Cervantes
De izquierda a derecha: Oswaldo Reynoso, Teodosio Olarte y Sócrates Zuzunaga |
Escribir sobre la guerra interna en el Perú es toda una osadía para aquellos que buscan ser objetivos a pesar de que sean señalados con el dedo de ser pro-subversivos, esa objetividad que nace del diálogo con los testigos de los acontecimientos y el contraste con lo vivido por uno mismo. Un caso de lo dicho es la publicación de Cuentos de la GP del educador y literato Teodosio Olarte, presentada ayer en la Feria Internacional del Libro (FIL). Su editor, Walter Villanueva, actualmente hostigado por el Estado peruano y con una amenaza de embargo de sus propiedades bajo un mandato ya prescrito, que en una sociedad sin reconciliación como la nuestra puede ser utilizada cuantas veces le parezca al poder de turno.
6y18 de la tarde, el literato Sócrates Zuzunaga inicia su disertación sobre los Cuentos de la GP. ¿Qué ocurrió en Ayacucho?, se pregunta. Mucha violencia de uno y otro lado de los enfrentados en armas, se responde. Pero ha sido una tergiversación de lo realmente acontecido por la intelectualidad oficial que ha otorgado el mayor peso de la violencia a los subversivos. Destaca en Olarte el haberse acercado a los testigos y comprender de ellos sus miedos al hablar lo vivido. Zuzunaga, también escritor de la violencia política, sabe muy bien de lo ocurrido durante la guerra interna, él ha sido testigo de cómo los jefes militares incubaron el odio en los soldados de origen campesino-indígena que asesinaban a sus hermanos de clase y condición por ser de izquierda o por abrazar un libro de Mariátegui o Vallejo. El anticomunismo estaba tan arraigado en ellos que todo olían a subversión. Olarte persigue recuperar la memoria histórica del pueblo ayacuchano.
Oswaldo Reynoso llegó en los primeros años de la década del sesenta a la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga a ejercer la docencia junto a otros destacados intelectuales de espíritus renovadores que implantaron en los estudiantes la idea de la necesidad de la transformación del país. Para el literato, proveniente de Lima, la reabierta universidad fue el espacio donde los jóvenes de la sierra sur, hijos de campesinos pobres, comerciantes medianos y pequeños, encontraron una verdadera "revolución cultural", nos dice. Entre esos jóvenes estaba Teodosio Olarte, quien fue su alumno y fundador del grupo literario “Javier Heraud”. Reynoso supo lo que se estaba gestando en la universidad con esta ola intelectual progresista, era una “bomba molotov” que explotaría con sólo encender la mecha y alguien la encendió, nos dice. Destaca en el libro de su alumno Olarte la forma y contenido al escribir, no como quieren las editoriales transnacionales que escriban los literatos de la violencia política de narrativa burda y policiaca que tergiversan lo ocurrido, sino que narre en su forma creadora lo realmente ocurrido.
Al finalizar el evento Teodosio Olarte invitó a leer sus Cuentos de la GP, que puede ser entendido a decir de Sócrates Zuzunaga como Cuentos de la Guerra Popular o Cuentos de la Gran Puta.
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