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HOMENAJE DE RECONOCIMIENTO A DOS ILUSTRES PERSONAJES.

“QANTU” Asociación Quechua De Letras y Artes Ayacucho Chanka, Rinde Homenaje a Dos Distinguidas Personalidades de Huamanga.
Por: Lenon Tomás Tutaya De La Cruz.
                  Hace dos años QANTU Asociación Quechua de Letras y Artes Ayacucho Chanka. Distinguió con un homenaje de reconocimiento en vida, al destacado Promotor y Difusor de la Cultura Ayacuchana, don Alipio Hinojosa Gutiérrez. En esta oportunidad la distinción se hizo a dos grandes y distinguidos personalidades de Huamanga: A María Estrella del Carmen Valcárcel Muñiz, más conocida como Madre Covadonga y al poeta escritor Víctor Antonio Tenorio García.(VITE) ambas personalidades han sido reconocidos por sus diferentes trayectorias que desarrollaron en sus vidas como religiosa y como escritor.

                María Estrella del Carmen Valcárcel Muñiz, Madre Covadonga fue homenajeada en reconocimiento a su gran labor como religiosa. Labor social que realiza en nuestra región de Ayacucho por más de cuatro décadas, comprometido con la necesidad de los más pobres; niños, mujeres, ancianos   y discapacitados.
                Y por otro lado el Maestro, Víctor Antonio Tenorio García.(VITE) en reconocimiento a su destacada trayectoria como poeta escritor ensayista; así como estudioso del Quechua. Quien es autor de una extensa producción de libros en quechua, bilingüe y castellano, que consta de narraciones, ensayos, poemarios y estudios.
                Este evento de reconocimiento se realizó el día jueves 04 de junio, conmemorando el “DÍA DEL MAESTRO” en el local del Centro Cultural de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga CC. UNSHC, con la presencia de personalidades identificadas con las Letras Ayacuchanas y el Quechua. Dicho evento estuvo nutrido con frases, poemas y canciones dedicados al Maestro, en las voces de Abilio Soto Yupanqui “quru guitarra” y la “Ayacuchanita” Elcira Bustillos Ramírez. Y como era de esperar no faltaron nuestros huaynos ayacuchanos interpretados por el Conjunto Musical Qantu. La conducción del programa estuvo a cargo del destacado Locutor y Promotor Cultural don Alipio Hinojosa Gutiérrez. Quien con su voz característico dio el matiz especial. De esta forma QANTU Asociación Quechua de Letras y Artes Ayacucho Chanka. Cumplió con una de las actividades propuestas para este año. 

                    SEMBLANZA DE MARÍA ESTRELLA DEL CARMEN VALCÁRCEL MUÑIZ
                María Estrella del Carmen Valcárcel Muñiz, “Madre Covadonga” nace el 27 de mayo de 1922, en Campomanes (a 6,5 kilómetros de la capital del concejo o municipio Asturiano de Lena).  Esta religiosa dominica que sustituyó su nombre de pila (María Estrella del Carmen Valcárcel Muñiz) por el de la Santina (la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias) al ingresar en la orden en 1940.
                La madre Covadonga, reside en el Perú desde 1947, y es nacionalizada peruana justamente en nuestra ciudad el 24 de abril de 1974, en el Distrito de Qarmenqa actual Carmen Alto.  La madre es muy querida y respetada por todos los habitantes de nuestra querida Huamanga, junto a sus hermanas de la Comunidad Dominica desarrollan numerosas actividades sociales en favor de los más necesitados, entre ellas la impagable labor que iniciaron en 1982, en el penal de alta seguridad de nuestra ciudad, la de llevar el Evangelio a los presos y presas, para que de esta forma se reinserten a una nueva vida. Los internos son capacitados en los talleres diversos que tienen, y buscan el progreso de sus familias a través de la venta de los productos que aquéllos elaboran.
                La madre Covadonga y otras dominicas se desempeñan desde hace muchos años en la defensa de los más pobres y marginados, mantienen un contacto muy estrecho con los internos: charlan, bailan, cantan con ellos, les consiguen los servicios de buenos abogados para sus defensas. Y afuera de del centro penitenciario, también cumplen otra labor muy importante con las madres, esposas e hijos de los internos brindándoles atención legal, social, pastoral, material y moral.
                La hermana María Estrella ha participado en diversos programas de alfabetización dirigido mujeres campesinas, desplazados y discapacitados; también trabajo con niños y jóvenes campesinos en tareas pastorales y de ayuda social. 
                A sus 91 años de edad, esta asturiana se aferra a la vida, no porque tiene miedo a la muerte, si no que no quiere morir sin ver cumplidos sus últimos sueños: la creación de un centro para discapacitados y frenar los problemas de la vista y epilepsias que tanto sufren los ayacuchanos.

                        SEMBLANZA DE VÍCTOR ANTONIO TENORIO GARCÍA. (VITE)
            Víctor Antonio Tenorio García. (VITE) Poeta, narrador, y estudioso de la literatura ayacuchana, nacido en Huamanga. Fue profesor de educación primaría, secundaria y de institutos superiores pedagógicos, y catedrático universitario Egresado de la UNSCH.  Magíster en Literaturas Hispánicas de   la Universidad Católica del Perú, ha sido catedrático principal de Literatura y profesor visitante de la UNSCH. Tiene los estudios concluidos en el Ciclo Doctoral en Educación de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, de la cual es Profesor Emérito. 
            Obtuvo el primer premio “FOMENTO A LA CULTURA” del H.C. de Huamanga, Ganador del primer premio Nacional de Literatura Quechua de la Universidad Villareal, 2001. Fue presiden del APLIJ, Asociación Nacional Peruana de Literatura Infantil y Juvenil Ayacucho, primer presidente de la Asociación de Escritores de Ayacucho, AEDA. Fue miembro del Taller de Literatura Quechua QANTU”
obras:
Poesía:
Confidencias a la amada Invencible.
Alforja de Poemas y Prosas.
Razones del verso: Razones del Amor.
Memorias del Uku Pacha/ Retazos del Vivir.
Lumbres de la memoria.
Narrativa:
Los Tesoros del Buscador.
No hay mal que dure 100 años.
Romances de Emilla.
La Danza del Gallo.
La Procesión de Gatos .
Estudios:
Ollantay: El Amor y Rutas del Poder.
Siete Estudios del Cuento Peruano.
Tradiciones de Huamanga.
Enmascaramiento y Ficcionalidad en Huambar Poetastro Acacutinaja.
Siete Estudios del Cuento Peruano.
Novela:
Campaña electoral del Capi Fuentes.
En Quechua:
Runasimi Marka.(Diccionario Quechua)
Runasimita Yachasun. (Texto de Aprendizaje)
Literatiura Quechua.


PALABRAS DE AGRADECIMIENTO DEL PRESIDENTE DE QANTU. (Lenon Tomás Tutaya De La Cruz).
                                                                         
            Ancha kuyakuq paniy María Estrella del Carmen Valcárcel Muñiz, Wiraqucha Amawta, Víctor Tenorio García. Amawtay Urbano Muñoz Ruiz, QANTU institusyunpi umalliq amawtakuna Jorge Ore Espinoza, Abilio Soto Yupanqui, Alipio Hinojosa Gutierrez, Felicitas Pozo Chavez, Elcira Bustillos Ramírez, Moisés Buleje. Llapallaykichik kay huñunakuyman anchuykamuqkuna warmi qari, payakuna ,machukuna , sipaskuna, musukuna, irqi warmakunapas, llapallaykichiktam Rimaykullaykichik.
Qantu Institusyunmi kunan punchaw kay tutapi tukuy sunqunwan ancha anchata riqsikum paninchik “Madre Covadongata” chaymanta Wiraqucha Amawta, Víctor Tenorio Garcíata. Llaqtapa nanaynin, hamutaynin, rimaynin rimasqanmanta, qillqaykusqanmanta.
QANTU isntitusyunpa sutinpim ancha anchata riqsikuni, llapallaykichikta  tukuy sunquywan kay sumaq tutapi anchuykamusqaykichikwan, qamkunawan kuskam llapanchik huk humalla, huk sunqulla, huk runalla kay huñunakuypi kusikuyninchikta, takiyninchikta, tusuyniychikta, hamutayniychikta, Runasimi rimayninchiktapas qanaymay puririchisun… kuskanchikyá aqallatapas upiaykusunchik… Llaqta masillaykuna llapallaykichik chunkullay.





PANORAMA DE LA POESÍA AYACUCHANA PARTE II

                                                                                                                        Por : Elmer Arturo Arana Mesias 
¿Y LA VIOLENCIA POLÍTICA?
Es paradójico que Ayacucho, que ha sido avasallada por la violencia senderista y militar, no haya dejado testimonios poéticos sobre este tema. Y no es un caso que atañe sólo a los jóvenes. Entre los consagrados tampoco encontramos muchos poetas que se aboquen de este tema. Es decir, pareciera que Ayacucho no produjo literatura de post guerra. Salvo el caso de Marcial Molina que escribió “Ayacucho hora nona o un espacio para voces ausentes” (poesía), no existe otro. Son escasos los escritores que abordan el tema con seriedad. En la narrativa uno de los que lo intentaron fue Mauro Rondinel con “Morir en Uchuraccay” (novela) y recientemente Emilio Laynes Luján con “Infiernillo” (cuentos).

Ocurre que la lectura de libros que alimentaban el pensamiento comunista estuvo totalmente prohibida en la época de la violencia. Las personas por temor a ser sindicadas como terroristas tuvieron que enterrar sus libros o quemarlos. Por ello tal vez se justifique que los escritores sientan temor de escribir sobre ello porque los ubicaría como testigos de estos hechos.
Me atrevería a decir de cada diez personas, ocho tienes parientes que fueron asesinados, desaparecidos o torturaros por miembros senderistas o militares. Entonces, ser ayacuchano era síntoma de ser subversivo, aunque sea pasivamente. Muchos intelectuales dejaron de lado sus inclinaciones comunistas para evitar ser confundidos y padecer alguna persecución. Entonces mi hipótesis es que los escritores prefirieron evadirse de este tema para no asumir alguna que otra contingencia. En todo caso es un vacío en nuestra literatura la ausencia de tan cruenta suceso.


¿Y LA NARRATIVA?
Pocos de los jóvenes han publicado alguna novela o cuentos. Elmer Arturo Arana Mesías ha publicado cuentos en periódicos locales y en revistas literarias que él mismo fundara en compañía de otros amigos, cuentos con los cuales ganó un pequeño concurso de cuento organizado por la desaparecida organización cultural “Contracorriente”.
Ricardo Ríos asoma por temas amorosos. Urbano Muñoz ha escrito “Relatos al atardecer” que reúne un conjunto de cuentos de variada temática. Federico Altamirano Flores, con “La furia del silencio” también ha merecido muchos elogios por parte de Víctor Tenorio García. Altamirano es de los que exploran constantemente las posibilidades de la expresión literaria. No tiene un estilo definido. Su cuento “Perla”, es a mi juicio uno de los más logrados.

CARÁCTER DE LA POESÍA JOVEN: LA VARIEDAD
Si afirmamos que Ayacucho ha pasado a ser la unión de muchos mundos, esto incluye variedad de formas de vivir, de pensar, de ubicarse en el universo y en la sociedad. En Ayacucho, al igual que en todo el Perú, la migración ha traído como consecuencia el mestizaje cultural. La gente de pueblo se mezcla con los resentidos, éstos con los conformistas y aquéllos con los tolerantes. Mariátegui afirmaba que el escritor debe comprometerse con su tiempo, y nuestro tiempo es la variedad.
“La poesía no cumple ningún rol para salvar el mundo, pero sí para prolongarle su agonía: engañarnos (a los que creemos en ella) que podemos salvarla. Este acto de esperanzas (léase ingenuidad) ya es un motivo para aplaudirlos”. (Harold Alva) Cuando le preguntamos a Ricardo Ríos sobre el compromiso en la literatura, respondió contundentemente: Estamos comprometidos con lo que hacemos, escribir.
Hasta hoy nuestros poetas vienen siendo, según Alva, un archipiélago de islas que en conjunto nada dicen, pero de ahí se espera que salga un lote muy buenos de escritores que trascienda nuestras letras.




Parafraseando a Parra culmino:
“Jóvenes, escriban lo que quieran,
En el estilo que les parezca mejor
Ha pasado demasiada sangre bajo los puentes
Para seguir creyendo
Que sólo se puede seguir un camino:
En poesía se permite todo”

PANORAMA DE LA POESÍA AYACUCHANA PARTE I

                                                                                      Por : Elmer Arturo Arana Mesias 
Todo intento de sistematización es incompleto, tedioso –para los que se ocupan de ello- y; aún más para aquellos escritores que no desean ser vinculados con una u otra tendencia literaria. Sin embargo, a pesar de todo ello, es necesario tener un panorama general sobre cómo se está desarrollando la labor literaria en Ayacucho a nivel de los jóvenes: de dónde provienen, a dónde van, –si es que tienen algún derrotero- sobre qué escriben, cuáles son sus motivaciones y que rasgos comunes existe entre ellos.
Señalaré, primero, que la opinión que verteré no es más que el producto de las interminables charlas que sostuve con amigos escritores. Es resultado de todo el cúmulo de experiencias recogidas en mi trayecto, así que este escrito se debe tomar como una opinión solamente. 
Un lector desprevenido, pretenderá encontrar en una antología sobre literatura ayacuchana voces netamente ayacuchanas. Y no es así. Algunos de ellos detestan que se etiquete a la literatura: literatura ayacuchana, literatura peruana, literatura regional, literatura joven, literatura infantil, etc. Con esto, afirman, sólo se consigue dividir y desorientar más el proceso literario. “Lo único que debe existir”, afirma Ricardo Ríos, “es literatura, nada más”. 
Los jóvenes que hoy asumen el protagonismo en la literatura ayacuchana no son sólo ayacuchanos, muchos de ellos son foráneos y traen a la literatura ayacuchana nuevas experiencias, nuevas formas de sentir y escribir la literatura. 
Efraín Rojas, piurano, ha vivido en un constante peregrinaje. Para él no existe la patria como espacio político geográfico al que se pertenece, sino como una subjetividad, como una cuestión de identificación, de cariño, de emoción, de afecto por un lugar, su gente. Efraín hace mucho que vive, come, bebe y se pierde entre los ayacuchanos. 
Lo propio podemos decir de Ricardo Ríos, natural de Lima, que ha hecho prácticamente una vida en Ayacucho. Así como ellos podemos mencionar a otros tantos como Pedro Olórtegui, cajamarquino y a Cristian Araujo, huancaíno. 
Muchos de los mencionados aún no han publicado un libro. Recurren a los boletines, las hojas simples, a los trípticos monócromos. La cuestión de los derechos de autor casi es una broma. En la contraportada de “2 al hilo y 3 mentales”, tríptico de Pedro Olórtegui y Vladimir Pizarro hay una frase sugerente: “piratear y difundir”. Lo importante no es la rentabilidad del oficio de vate, sino exteriorizar todo el caudal de sentimiento que ellos desean expresar. 
Cabría tal vez pensar que la labor literaria en algunos jóvenes ayacuchano es sólo una inspiración intermitente y hasta fugaz, desprovista de continuidad. ¿Valdría esto para excluirlos del lugar que les merece dentro de nuestra literatura? Si, como dice Rojas en su libro inédito “Conversación para iniciantes”, “(…) la literatura no debe ser vista como lid o una competencia por saber quién escribió más tempranamente o quién tiene “N” libros publicados es el mejor, eso –excepto casos excluyentes- es un absurdo para el arte de las verdaderas palabras”. 
Salvo Willy del Pozo, Ricardo Ríos, Karl Oharak, Cayo Santos, el resto tiene dispersos sus trabajos en boletines, folletos, plaquetas o los tiene colgado en Internet. 

¿Y LA IDENTIFICACIÓN? 
¿Realmente habrá que escribir en quechua, mencionar el puca picante, las pampas de Ayacucho, las casonas coloniales, a los intrépidos morochucos, tener tono melancólico, dolor vallejiano para producir literatura ayacuchana? Sí, pero no lo es todo, no es lo obligatorio. El asunto radica en identificarse con el momento histórico en el que vivimos. Y los tiempos en que Ayacucho era una aldea silenciosa de callejuelas empedradas, de retama y cabuya bordeando las calles, de cantos sólo de tierra adentro, de molles y chicha de jora, donde se añoraba las gestas heroicas de Ventura Ccalamaqui, María Parado de Bellido, Andrés Avelino Cáceres, han ido cambiando tan vertiginosamente como producto de la masificación de los medios de comunicación y sobre todo por causa de la migración. “Lo que se viene en todo el Perú es la literatura de la migración” afirmaba Miguel Ángel Rodríguez Rea, en un artículo publicado en la revista literaria “Letra Muerta” de Huánuco. 
Los jóvenes se identifican con otros héroes, otros paradigmas: Daniel F, Rafo Raez se ven como sujetos a emular. Música desaforada como el metal, el ska, el punk, alimentan la creación literaria de jóvenes aedos como Pedro Olórtegui. Para él, atrás quedaron los poemas sentidos, de intensidad lírica. Importa ahora lo prosaico, lo brutal, lo erótico, lo burdo. El sentimiento de inconformidad con el mundo se desliza por los versos. 
“Entre el sudor de tu cuesco 
Me hice una paja y me di un abrazo 
Y entre putas y mancebas hece el amor por una obscena razón”. 
(Pedro Olórtegui) 

La retórica les aburre, la palabra sutilmente adornada no sirve para expresarse. Las cosas se dicen como son. Por eso no extraña que Kart Oharak asuma el tema del sexo sin tapujos. 

“La pus 
La caries la saliva 
La leche la mierda la vagina 
El esperma el chancro. 
La vejiga la voluptuosidad la sífilis, la peste la prostitución 
El mejor de los dones: el condón” 

Un sentido nihilista se mece sobre algunos poemas; la fatalidad, el pesimismo, la rutina y la zozobra. 

“Junto al rumor de su remo insatifecho 
Caronte ansía el tercio existir de mi juventud 
Que se desliza por el cemento helado 
Con la única idea con la que vino al mundo 
Sosegar la soledad de los nidos 
Donde el canto es miseria, largo atardecer” 
(Cristiam Araujo) 

“El haztío hinca tanto en mí… aztal vómito 
Se estremece y se despoja y el fracaso tose sobre un café… 
A la hornacina más cómoda 
Donde huele la temprana ausencia” 
(Pedro Olórtegui) 

Ricardo Ríos cuestiona los parámetros establecidos en lo que se ha llamado la literatura ayacuchana: “Nos escudamos a veces tras la necesidad de rescatar lo nuestro, y vemos allí una veta magnífica, ¡ah, qué ilusos somos!, los poemas en Runasimi nos conmueven, aunque sean unos bodrios. ¡Qué hipócritas somos! ¿No sabemos acaso que la poesía no tiene idiomas? Descubramos esta veta, no sigamos añorando un pasado que sólo existirá cuando lo construyamos con nuestro presente”. (Ríos: Epístolas del orate sensato) 
Sin embargo la poesía que Ricardo Ríos cuestiona aún se cultiva: 
“Wayra, wayrita 
Chiri wawqillay 
Sunquyman nichkanki 
Qunqaruy, imilla” 
(Vladimir Pizarro) 

“Tuna, tunita 
Bordada de agujitas 
Coponcito de los andes 
Pepitas de miel” 
(Cayo Santos) 

El estilo sarcástico de las canciones quechuas también se manifiesta en los versos de Willy del Pozo para irse contra el sistema y sus miembros. 

“El tayta cura me ha bautizao 
Con agüita del río Chacco 
Cervecita se ha chupao 
¡ay! qué penita carajo”. 

Se critica al Perú recurriendo al uso de vulgarismos y la palabra franca. 

“¡Oh! qué podrida juventud 
Vieja y austera 
¡Oh! qué polvorienta ciudad 
Sucia y corrupta 
¡Oh! qué país más piojoso, 
Tiene más mierda que mi culo”. 
(Kart Oharak) 

La cuestión humana, la desazón, el pensamiento filosófico también ocupa a estos jóvenes. 
“Cuentan algunos 
Que un tal Cristo 
Llevó sobre sus espaldas 
El pecado del hombre. 
Yo sólo conozco a él 
Nacido de una hoja-pesebre 
Y he visto sobre sus espaldas 
El estúpido pecado de Dios.” 
(Ricardo Ríos, Canto a la liberación del caracol) 

Raúl Vargas dijo alguna vez que el amor por más que se explote siempre aparecerá como un tema original. Y es que nadie quiere igual. 

“Para qué buscar tus pasos 
A través de puentes y asfaltos 
Engullendo una pastilla 
Un analgésico para calmar mis nervios heridos 
Si definitivamente no volverás 
¡Oh mariposa intrigante! 
Para qué mirar los rostros donde ya no estás 
Si inexcusablemente dejarás vacío mi poema”. 
(Jorge Oré Carhuas) 


AÑO NUEVO ANDINO - AMAZÓNICO.


La salida del primer rayo de Sol o Inti, del 21 de junio de cada año es recibida con los brazos en alto hacia el Este, en cumplimiento del Ritual con el que los pueblos Andinos originarios celebran el Inti Raymi conmemorando el año Nuevo Andino, con una ceremonia de invocación, de agradecimiento para que ese año sea de mucha prosperidad para todos los habitantes y que no les falte nada.



El año Nuevo Andino, coincide con el solsticio de invierno, que da inicio a una nueva época de siembra, y es celebrado desde la antigüedad en los territorios del Tahuantinsuyo que influyó desde los actuales territorios de Ecuador hasta los del norte de argentina.

Según esta tradición ancestral, el primer día del Año Nuevo Andino da inicio con una serie de manifestaciones culturales que combinan ritos de agradecimiento a la Pachamama (madre tierra), música y danza. Seguido con una ceremonia de sacrificio de una llama, que es elegida para ser ofrecido al Inti (Sol) y que, según la tradición, sirve para presagiar la producción agrícola. Las marcas del corazón del auquénido sacrificado, da señales si este será un buen o mal año agrícola. 

Puerta y escalinata del Templo de Kalasasaya
Las celebraciones del año nuevo 5,521 de la era Andino-Amazónico (2013 era cristiana) se dio inicio en diferentes lugares del los Andes y el Altiplano. La más relevante es en las zonas del altiplano; en el Templo de Kalasasaya o Templo de las Piedras Paradas, se encuentra en Tiahuanaco, Bolivia, a 70 kilómetros al noroeste de La Paz. En Inca Rakay, fortaleza Incaica, construida entre 1460 y 1470. Lugar donde se realiza una de las ceremonias más ancestrales en dicha fortaleza incaica. Y en la en la provincia de Jujuy, zona norte de Argentina, sobre la monumental estructura de piedra cuya puerta mira hacia el Este frente a las serranías del Zapla, con la pre cordillera de los Andes por detrás. El acto central da inicio cuando el primer rayo de sol cruza la puerta del monumento lítico labrado hace miles de años. 

Estas comunidades indígenas dieron inicio con los preparativos de la ceremonia al comienzo de la noche anterior, y cuando el sol del día 21 empieza a brillar con sus primeros rayos dan gritos al unísono "jaylli, jaylli, jaylli", saludo fraterno que significa “viva”.  


Río de flores, riendo; a Ríos que sangra, llorando


No es mi estilo, y con esta frase –como el articulista Rios– me dirijo seriamente, en respuesta a tamaño desatino publicado el día lunes 21 en “La columna del antropófago” del Diario Correo. Lo hago, ya desde Lima, pues mientras estuve en Huamanga ese Ríos que sangra llorando permaneció en un mutismo sepulcral, al igual que los integrantes del periódico en el que escribe, cuando los otros diarios anunciaban la presentación de mi libro “El sendero luminoso del placer”, me hacían algunas entrevistas e incluso en la calle algún transeúnte me acribillaba a preguntas acordes al espíritu de la reciente publicación. Un mutismo sin razón aparente, o más bien con ella, pues, si bien es cierto que el libro invita a la polémica es justa razón preocuparse en cazar la noticia o en todo caso hacer trastabillar al autor con preguntas interesantes.


Mi nervudo estómago de hierro acepta muy bien toda crítica, sin embargo ¿por qué comprometer a la comunidad de escritores de Ayacucho o la población entera? Ya en su día, cuando recién arribé de España con el empeño de promocionar a los jóvenes valores ayacuchanos, conocí a un tal Rios, aún no sangraba pero ya lloraba; y bajo mi sello editorial publicamos dos poemarios suyos: “Epístolas del orate sensato” y “Canto a la liberación del caracol”, (empolvados, aún los conservo, y a poco menos de diez años, como un Cristo, más bien por olvido que por gracia ya todo lo perdono, incluidas las deudas que doy por perdidas, querida Magdalena).


Posteriormente y dado que él era un desconocido, incomprendido, rebelde alumno universitario y que graciosamente rozaba la agresividad verbal –en reiteradas ocasiones en actos públicos calificó a más de un poeta como “imbécil y mediocre”; así como a los integrantes del Taller de literatura Qantu liderados por Antonio Sulca y Abilio Soto, de quienes dijo: “ilusos pues los poemas en quechua conmueven, pero son unos bodrios”–, poco a poco daba indicios de que su postura aspiraba solo llamar prontamente la atención. Los miembros de la citada agrupación merecieron premios literarios a nivel nacional, entre otros de la Universidad Nacional Federico Villarreal, la cual encomendó a Porfirio Meneses Lazón la traducción al quechua de los poemas de nuestro poeta mayor César Vallejo.


Ahora lo ha logrado María Magdalena Rios o simplemente Rios, fiel al ansia de protagonismo (al igual que yo), aceptó el cargo de Vocal de biblioteca de la Asociación de Escritores de Ayacucho (AEDA) a la que siempre criticó y en la que actualmente (en presidencia de Urbano Muñoz) tiene otro cargo directivo. Pero la diferencia es la convicción: en qué quedamos pues entonces cuando afirma que: “Las dificultades y sacrificios que este proceso exige no deben ser disculpa para seguir llamando poesía a lo que no es sino literatura mediocre”. Realmente contradictorio, “llorona”, no puedes amar aquello que detestas.


Hace algún tiempo Lluvia Editores en una campaña por la lectura en los Estadios nacionales lanzó la futbolística serie titulada: “Estos once”, selección de lo más representativo en poesía de cada departamento, el entrenador de la camiseta ayacuchana fue Marcial Molina, y sus jugadores eran escritores generacionalmente mayores. Fue a raíz de ello que en una reunión, Alejandro Melgar sugirió responder esa antología con una nueva selección de autores jóvenes que también dominaban su pelota literaria pero con temática más bien iconoclasta y vanguardista. Así nació: “Los verdaderos 11”, donde estaba incluido el articulista llorón quien sugiriera algunos nombres como Reyder Ramírez, amigo en común. Selección que corrió a cargo de los asistentes a ese evento literario, donde todos fuimos culpables, aunque se me atribuya pérfidamente el haber elaborado un cuantioso cálculo comercial.


Si bien en su día a la periodista y amiga Feli Sulca se le ocurrió llamarme mitad en broma y mitad en serio “el niño terrible de la poesía ayacuchana”, jamás acepté dicha alusión clara a Jaime Bayli, con quien existen diferencias marcadas de estilo literario. ¿Niño mimado? A mucha honra, siempre me he considerado como un dulce bebé de pecho, inclusive en lo poético, así no querré jamás romper el cordón umbilical que me une a mis ancestros, incluso los literarios. Hasta ahí no hay problema, mi querido Watson.


Pero cuando el articulista hace referencia a mi libro “El sendero luminoso del placer” y se centra únicamente en el título del mismo, supongo que lo hace por flojera o languidez y sin leerlo señala que se desentierra viejos dolores y sufrimientos vividos en la época de la guerra civil, aún cuando él recién arribó a Huamanga en el año 1991, y no experimentó en carne propia lo que el pueblo ayacuchano. Afirma con una extraordinaria ceguera literaria e intelectual que “tomar por título un problema tan sensible e irresuelto... no es para broma”, cuando quizá nunca en su vida ha leído algo de teoría literaria. Y, en una obcecación plagada de errores e inexactitudes, señala que es extraña disposición mía (y entendible, acota) el utilizar el nombre de Sendero Luminoso para titular estas “crónicas del disfuerzo (sic) y la puerilidad”. Con esto último estoy totalmente de acuerdo, las crónicas no pueden sino interesarme a mí mismo como autor y me baño en el egolatrismo de la escritura; pero cuando manifiesta que se hace una fanfarria de lo que ayer fue tragedia, creo sencillamente que no accedió al texto (se hubiera acercado a pedírmelo, le hubiese obsequiado un ejemplar).


El día de la presentación de “El sendero…” lo pude ver en el patio del Centro Cultural de la UNSCH, no sé qué haría ahí, quizá iba de curioso o tal vez su jefe le encomendó cubrir siniestramente el evento en el que permaneció tan solo poco tiempo, quizá abrumado al ver al público ávido y, como un caracol, escondió su cabeza y se hundió en su submundo sin dejar huella. Si al menos se hubiera tomado el trabajo de leer el texto, sonreiríamos juntos, ya que no podemos dar una certera opinión de algo que desconocemos. La improvisación solo es magistral en terrenos de terceros y la poca investigación literaria a veces suele hacer hablar con espumarajo de caracol.


Los calificativos narcisista, ludista (no budista), seudo hedonista, me gratifican y enorgullecen, pues dan pie a la consideración propia inversa por contraparte, por ser ello soy necesariamente lo opuesto. He reído a rabiar de la constatación revisando sus poemarios, pues el citado escribidor en uno de sus poemas auto-calificativos consigna: “…cuando estés contigo mismo, no te engañes, ríete de ti y sé todo lo torpe, tonto e inútil que puedas; el hombre debe aprender a ser inútil, solo así se salvará…”.


Rios habla de la oficialización de la literatura ayacuchana en mi persona (ay, ego mío, no puedo contigo) y como tal le haré caso y por ello cabe hacerle recordar no alguna deuda sino que en el tiempo de mi Presidencia en la AEDA, casi la totalidad de escritores ayacuchanos estuvieron presentes en la capital, en las noches culturales del Centro Cultural “La Noche” de Barranco, incluido el propio Rios, en primera fila por supuesto; además de pasearnos por varios programas televisivos como “Vano Oficio” donde fuimos entrevistados.


El año pasado la literatura ayacuchana, sobre todo la escrita en quechua, fue la preferida en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt donde tuve la suerte de ser invitado representando al Perú, en enero de este año fui (ay, ego, ego mío) a la Feria del Libro de Trujillo, y probablemente esté también en la de Lima; pero eso sí con total seguridad en la Feria Internacional de Oaxaca (México), en noviembre de este año.


Dadas tus fatuas poses de mejor entendido en literatura en la ciudad de Huamanga es que con el paso del tiempo se sembró en ti una ojeriza hacia la ciudad que te cobija y los escritores que en ella habitan. Así niegas la existencia de una literatura ayacuchana, citando nombres propios; sin embargo, cuando aún yo era tu Cristo, recuerdo que te dirigiste a mi persona: “Maestro, te respeto por tu inesperado libro ‘Versos de kloaka’, sin él no existirías para mí”. Te invito Ricardo, (lo digo en serio), haz tus maletas para que critiques el propio libro conmigo al lado y con esa exhalación de encono y tirria. Y puedas recitar esos versos tuyos: “Claro, que tonto soy/ aún es tiempo de vencerle/ y desenmascararlo para siempre/ Hoy mismo voy a estrangularte/ con mis propias manos./ Ya no habitará/ nunca más en el espejo”. Así dejarás de ser condenado al olvido, aunque con tantas citas de tus poemarios espero por lo menos recuperar el tiempo perdido y motivar a la población ayacuchana a adquirirlos, y no como dices que muy a mi estilo, tu reflexión lo único que merece de parte mía es un ordinario flato.



                                 Tuyo en la locura antagónica, Willy del Pozo

DÍA NACIONAL DE LA PAPA.

EL TUBÉRCULO ANDINO DE FIESTA
La papa, conocida y consumida alrededor del mundo se viste de fiesta en este día. Desde el año 2005, todos los 30 de mayo se rinde homenaje a la papa, tubérculo ancestral originario del Perú. Nuestro país es el centro de mayor biodiversidad, con más de cien especies y dos mil ochocientos variedades, de las tres mil novecientos que existen en el mundo.
El Día Nacional de la Papa es festejada a nivel de todos los departamentos especialmente de la sierra centro y sur, con una serie de actividades teniendo como tribuna al tubérculo de bandera. Estas celebraciones estarán acompañadas con venta y exposiciones, y una variedad de platos elaborados con este alimento milenario.
Este homenaje busca rescatar y promover el consumo en la alimentación diaria en las personas especialmente en los niños. La papa es uno de los ingredientes más importantes de la gastronomía peruana, alimento de alto valor nutricional, de fácil preparado y con una variedad de platos en su elaboración que son muy exquisitos en el paladar más exigente.
La organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) declaró el 2008 como el año internacional de la Papa.
En la salud, la papa por su aporte de fibra puede prevenir el estreñimiento. Además su cascara es empleada en casos de cálculo renal, afirman especialistas de EsSalud. Por otro lado Especialistas en Nutrición afirma que de manera general y como parte de una dieta saludable, se recomienda consumir no más de 100 gramos de papa al día, “evitando que sea frita”.“Se aconseja consumirla en guisos, sancochada, al horno, en puré sin mantequilla ni margarina”, puntualiza.

DESLINDE:
La papa; nombre científico o latino: Solanum tuberosum, de la familia Solanáceas. Originario de la cordillera andina, que se puede sembrar en una altitud incluso de 4300 msnm. bajo condiciones de cultivo, la papa es una especie anual, herbácea, que por ser su semilla altamente heterocigota se reproduce agámicamente a partir de tubérculos (tallos subterráneos modificados). Los tubérculos son los órganos comestibles de la papa. Están formados por tejido parenquimático, donde se acumulan las reservas de almidón.

TRADICIONES DE HUAMANGA ..."PUMA CCAHUANCCA"


     Eran los primeros días de Se­tiembre de 1533, el cacique de Con­chopata mandaba a un indio atlé­tico. de profesión Chasqui, a dar algunas noticias de las riquezas de oro y plata recolectados en su co­marca, a los Orejones del Cuzco, para el rescate del Inca Atahualpa que estaba preso en Cajamarca.
    Para mayor ilustración del lec­tor podremos añadir que aquella ro­ca del Puma está entre las últimas que se notan para comenzar la ba­jada de Puma Ccahuanca hacia Ocros, entre ichus y hiervas de aque­llas alturas que hoy en día tiene un panorama hermoso al ver como baja en zigzageos caprichosos la carretera que va hacia Andahuaylas. De aquella altura divisa uno como si estuviera viajando en un avión al ver aquellas profundidades de arbustos, ichus y yervas de la puna hacia la bajada de Yauri Cuchu.
   El Chasqui, avanzaba jadeante la cuesta de Puma Ccahuancca, en dicho lugar se encuentra con u­na comitiva de indios del Cuzco, acompañado de un noble, portando gran cantidad de llamas conducien­do ingente riqueza en oro y plata, tales como vasos sagrados, mazurcas de oro, alhajas y otras chafalonías para el rescate de Atahualpa.
     El Chasqui le informa que nuestro Inca ya había sido ajusti­ciado. Al oír esta noticia nefasta ordena el noble Cuzqueño abrir u­na fosa de tres metros de profun­didad y allí lo hizo echar toda la riqueza del cual eran portadores, e hizo tapar con la misma tierra todo el oro y la plata.
     Uno de sus conductores, le in­terpela al noble indio, y le dice: “ Ccapacc, ¿pitacc Ccahuancca?. El jefe le contesta "Pumam Ccahuan­cca" - O sea, que el Puma cuida­rá. Para el efecto, cerca a la fosa del entierro existe un cerro que tie­ne la forma de un puma. He aquí el origen del nombre de aquel lu­gar. Y no se sabe hasta la fecha, si existirán todavía esas riquezas ente­rradas o quizá más tarde lo hayan retirado los mismos enterradores. Que si no lo hayan hecho, esas ri­quezas deben existir todavía hasta estos días.
JUAN DE MATTA PERALTA RAMIREZ.